"Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos."
A.Pizarnik
¡escríbeme, escríbite, carajo!
martes, 13 de diciembre de 2011
jueves, 10 de febrero de 2011
miércoles, 19 de enero de 2011
étrange étrangère
O extraño BsAs o extraño extrañar México.
Me extraño allá o te extraño aquí.
Te extraño, nos ex-tra-ña-mos, nos extraño.
Extraño sentirme extranjera a tu lado.
...y así extrañamente camino como extraña(ndote), como extranjera en mi propia ciudad.
¿Cuándo se cansa uno de extrañar?
Me extraño allá o te extraño aquí.
Te extraño, nos ex-tra-ña-mos, nos extraño.
Extraño sentirme extranjera a tu lado.
...y así extrañamente camino como extraña(ndote), como extranjera en mi propia ciudad.
¿Cuándo se cansa uno de extrañar?
lunes, 3 de enero de 2011
Medalomismo
"¿Dónde estaba? No logré averiguarlo. No tenía la más remota idea de dónde me hallaba. ¿Qué sitio era aquél? Mis pupilas reflejaban las siluetas de la multitud dirigiéndose a ninguna parte. Y yo me encontraba en mitad de ninguna parte, llamando a…”
de Tokio Blues
de Tokio Blues
viernes, 17 de diciembre de 2010
Prueba
-¿Podrías deshacerte de esto?
¿Por qué?
-mi esposo no sabe que fumo.
Él guardó los cigarrillos de ella en su bolsillo
ella cerró la puerta del taxi y le sonrío
él la miró irse, él camino pensando en ella
ella dejó de pensar en él.
¿Por qué?
-mi esposo no sabe que fumo.
Él guardó los cigarrillos de ella en su bolsillo
ella cerró la puerta del taxi y le sonrío
él la miró irse, él camino pensando en ella
ella dejó de pensar en él.
lunes, 6 de diciembre de 2010
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Celofán
Me duermo pensando en nuestros días, en palabras y en ti.
Con los ojos cansados, con mi sexo mareado,
prometo que apenas despierte
correré a escribirte, me detendré a escribirme.
Hay muchos días que se olvidan, que pasan sin filtros,
sin encuentros y desencuentros, que no dejan huella.
Hay gente que dice que vive cada minuto del día,
otros los eternizan, los dividen, multiplican, detienen.
Y otros, simplemente los desaparecen.
Yo no quiero contarlos, ni restarlos o sumarlos.
Tampoco quiero exagerarlos.
Quiero suavizarlos contigo,inventarlos,
iluminarlos-usando la máxima combinación posible-,
grabarlos como lunares.
Y así, tal vez no se borren,
tal vez me dejen cicatrices dulces,
y no se conviertan en tiempo.
Serán recuerdos no recopilados,
servibles para transportarme,
para calentarme y besarte,
para querer encontrarlos al día siguiente.
Con los ojos cansados, con mi sexo mareado,
prometo que apenas despierte
correré a escribirte, me detendré a escribirme.
Hay muchos días que se olvidan, que pasan sin filtros,
sin encuentros y desencuentros, que no dejan huella.
Hay gente que dice que vive cada minuto del día,
otros los eternizan, los dividen, multiplican, detienen.
Y otros, simplemente los desaparecen.
Yo no quiero contarlos, ni restarlos o sumarlos.
Tampoco quiero exagerarlos.
Quiero suavizarlos contigo,inventarlos,
iluminarlos-usando la máxima combinación posible-,
grabarlos como lunares.
Y así, tal vez no se borren,
tal vez me dejen cicatrices dulces,
y no se conviertan en tiempo.
Serán recuerdos no recopilados,
servibles para transportarme,
para calentarme y besarte,
para querer encontrarlos al día siguiente.
jueves, 4 de noviembre de 2010
domingo, 31 de octubre de 2010
Hace algunos años me nombraron como 'amorosa'
Lo hizo una persona que por 5 años estuvo escuchándome.
Al terminar de leerme el poema, yo le respondí con algo de burla:
-si eso soy, no tendría problema con vivir así la vida.
-veamos, contestó
Después de ese bautizo me he vivido como 'amorosa', no todos los días, por eso puedo nombrarme así.
No ha sido un problema, he notado, me he dado cuenta, que lo preligroso y brutal de ir deambulando así, es cuando te topas, cuando te atraviesas con un otro 'amoroso'.
Eso sí puede ser tremendo,
exquisitamente letal.
____________________________________________________________________________________
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor.
Los amorosos viven al día,
no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan, no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.
JAIME SABINES
Los amorosos
Lo hizo una persona que por 5 años estuvo escuchándome.
Al terminar de leerme el poema, yo le respondí con algo de burla:
-si eso soy, no tendría problema con vivir así la vida.
-veamos, contestó
Después de ese bautizo me he vivido como 'amorosa', no todos los días, por eso puedo nombrarme así.
No ha sido un problema, he notado, me he dado cuenta, que lo preligroso y brutal de ir deambulando así, es cuando te topas, cuando te atraviesas con un otro 'amoroso'.
Eso sí puede ser tremendo,
exquisitamente letal.
____________________________________________________________________________________
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor.
Los amorosos viven al día,
no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan, no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.
JAIME SABINES
Los amorosos
sábado, 30 de octubre de 2010
No siempre
A veces hay que irse, hay que hacerlo cuando se intuye.
Tú callas, yo elaboro cadenas de palabras y las suelto
tú me desencadenas, yo te desquicio.
Buscas respuestas en mí, yo no me canso de preguntar.
Juntamos nuestros cuerpos llenos de signos
Nos amordazamos con caricias violentas
Susurramos mentiras al oído del otro
todo, todo para perdernos, juntos.
A veces hay que retornar, hay que hacerlo para saber porqué uno se va.
Tú callas, yo elaboro cadenas de palabras y las suelto
tú me desencadenas, yo te desquicio.
Buscas respuestas en mí, yo no me canso de preguntar.
Juntamos nuestros cuerpos llenos de signos
Nos amordazamos con caricias violentas
Susurramos mentiras al oído del otro
todo, todo para perdernos, juntos.
A veces hay que retornar, hay que hacerlo para saber porqué uno se va.
martes, 26 de octubre de 2010
Secreto
"Una vez me enamoré, pero ella me dejó. Fui a 2046, pensé que quizás estaría esperándome ahí. Pero no la encontré. ¿Me amaba? Nunca lo averigüé. Quizás no debía saberlo. No puedo dejar de preguntarme si me amaba. Quizás la respuesta es un secreto que nadie debía saber."
2046
2046
viernes, 24 de septiembre de 2010
Es similar a:
Cuando sales de un concierto y no quieres escuchar más música
Cuando lloras con una película no sabiendo el porqué
El ruido de los huesos
El sabor del curry
Pensar que te veré en cada esquina
Sentir tu existencia mía
Ver a un anciano mirarte
Encontrarte a un perro triste
El miedo en los elevadores
Caminar bajo una escalera
Si, no es fácil de explicar.
Cuando sales de un concierto y no quieres escuchar más música
Cuando lloras con una película no sabiendo el porqué
El ruido de los huesos
El sabor del curry
Pensar que te veré en cada esquina
Sentir tu existencia mía
Ver a un anciano mirarte
Encontrarte a un perro triste
El miedo en los elevadores
Caminar bajo una escalera
Si, no es fácil de explicar.
sábado, 18 de septiembre de 2010
martes, 31 de agosto de 2010
martes, 24 de agosto de 2010
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