martes, 8 de septiembre de 2009

Ayer u hoy o mañana

Después de más de 31 días y noches aparezco, hay momentos en que es mejor dejar -un poco- de escribirse y será mejor mantenerse leyendo. Estoy tratando de leerme a diario.



Eventos inesperados que sucumben hasta el más ínfimo punto de mis terminaciones nerviosas, de mis palabras; ahí quedo cuasi perdida.



Clarice me dijo hace días esto:

"Tengo miedo de escribir. Es tan peligroso. Quien lo ha intentado lo sabe. Peligro de hurgar en lo que está oculto, pues el mundo no está en la superficie, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades del mar. Para escribir tengo que instalarme en el vacío. En este vacío donde existo intuitivamente. Pero es un vacío terriblemente peligroso: de él saco sangre. Soy un escritor que tiene miedo de la celada de las palabras: las palabras que digo esconden otras: ¿cuáles? Tal vez las digo. Escribir es una piedra lanzada en lo hondo del pozo. "


Yo al escucharla-leerla sólo pude silenciar.