Me duermo pensando en nuestros días, en palabras y en ti.
Con los ojos cansados, con mi sexo mareado,
prometo que apenas despierte
correré a escribirte, me detendré a escribirme.
Hay muchos días que se olvidan, que pasan sin filtros,
sin encuentros y desencuentros, que no dejan huella.
Hay gente que dice que vive cada minuto del día,
otros los eternizan, los dividen, multiplican, detienen.
Y otros, simplemente los desaparecen.
Yo no quiero contarlos, ni restarlos o sumarlos.
Tampoco quiero exagerarlos.
Quiero suavizarlos contigo,inventarlos,
iluminarlos-usando la máxima combinación posible-,
grabarlos como lunares.
Y así, tal vez no se borren,
tal vez me dejen cicatrices dulces,
y no se conviertan en tiempo.
Serán recuerdos no recopilados,
servibles para transportarme,
para calentarme y besarte,
para querer encontrarlos al día siguiente.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
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