Ayer, por primera vez, te soñé.
si, si, eras tú:
tu caminar pausado, dos pasos adelante, titubeas y uno hacia atrás.
Volaron tres o cuatro fotografías, quisiste irte con ellas
pero te quedaste,
no hay porqués y crees saberlo.
Sonrío y toco tu cabello.
Mi voz en off y la tuya lejana
¿qué voy a hacer?
ya no tengo nada en el bolsillo.
Al fin.
Me embriago y ya sé que no preguntaste
vino tinto para aprenderme tus modos
tres pasos adelante, piensas, y medio hacia atrás.
No soy yo,
es él que ya te escribe en mis sueños, en mis miedos, en mi cueerpo.
Yo sólo lo leo, me leo.
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